Los Programas de Cultura Emprendedora de la Junta de Extremadura, aúnan la voluntad de diferentes ámbitos de gestión de la administración; Educación y Empleo, Empresa, y Juventud, diseñan acciones de manera transversal, explicitando la visión que la Junta tiene acerca del emprendimiento y su desarrollo en la sociedad extremeña: trabajar las habilidades emprendedoras con los y las jóvenes de hoy supone asegurarse los emprendedores  y las emprendedoras de mañana. Emprender es algo más que generar ideas de negocio, supone desarrollar habilidades personales que atiende a un crecimiento integral de los y las jóvenes que les permite afrontar con más recursos su quehacer diario.

Y este desarrollo de habilidades emprendedoras, en la educación formal, se inicia desde la educación primaria con el programa Junioremprende, continúa en la educación secundaria con el programa Teenemprende, bachillerato con Youthemprende, en la Formación Profesional con el programa Expertemprende y termina en la etapa Universitaria con el programa Emprendedorext y Campus Emprende. Por otro lado, en la educación no formal, el programa para desarrollar las habilidades emprendedoras desde las familias, genera el espacio para empoderar y dotar de herramientas  a  padres y madres para que desde su cotidianeidad puedan reforzar y desarrollar la adquisición de estas habilidades en sus hijos e hijas.

Desde 2005 en Extremadura se vienen desarrollando estos programas en las diferentes etapas educativas. En cada uno de ellos, con unos objetivos concretos y dependiendo del nivel en el que nos encontremos, se fomentarán, desarrollarán o afianzarán las diferentes habilidades emprendedoras, como las que establece el currículum de Educación Primaria, E.S.O y Bachillerato: autonomía, iniciativa, trabajo en equipo, confianza en una/o misma/o, sentido crítico, solidaridad y creatividad. Esta última, entendida como gran eje en todos los programas y propuestas de trabajo, se puede considerar clave para construir muchas de estas aptitudes y actitudes; alimenta la autoestima, la comunicación y la socialización, y es fundamental también para encontrar soluciones a los retos que se nos presentan día a día.

Todas las guías, tanto la de Junioremprende, como la de Teenemprende y la de Expertemprende, o la de Youthemprende proponen un modelo pedagógico activo, en el que el alumnado cobra protagonismo,  la Metodología de Aprendizaje Basado en Proyectos. Con esta metodología  la realidad llega hasta el alumnado con la realización de un proyecto significativo para ellos y ellas, siendo un conjunto de experiencias de aprendizaje por las que los alumnos y las alumnas desarrollan sus capacidades, habilidades, actitudes y valores; donde tienen que aplicar el conocimiento adquirido, en el desarrollo de un proyecto que ofrezca servicios o productos destinados a satisfacer una necesidad social, lo cual fomenta su compromiso con el entorno.

Al ser un aprendizaje activo y participativo y experiencial se hace más resistente al olvido y más extrapolable a otros contextos de su realidad y entorno. El alumnado se convierte en protagonista de su aprendizaje, a través de esta metodología: analizan;  toman decisiones; se organizan; gestionan los trabajos en equipo; y comunican sus ideas.

Por otro lado, el profesorado adopta un papel de facilitador que guía las potencialidades personales del alumnado y la elaboración del proyecto, trabajando, a su vez, la motivación del grupo. La realización del proyecto  alrededor de un problema real facilita que se puedan involucrar distintas áreas, pudiendo darle de esta manera, un carácter transversal.

Esta metodología de aprendizaje basado en proyecto propicia la colaboración entre alumnado, equipo docente, familias y  personas involucradas del entorno, con el objeto, entre otros, de compartir el conocimiento entre la comunidad educativa.

Con carácter general, podríamos afirmar que los distintos programas de Cultura Emprendedora tienen unos objetivos generales comunes:

  • Desarrollar las habilidades emprendedoras en el alumnado.
  • Difundir una perspectiva amplia e inclusiva del emprendimiento.
  • Sensibilizar y acercar metodologías activas al aula para trabajar la competencia emprendedora.
  • Apoyar al docente-facilitador/a en la aplicación de metodologías activas en el aula.
  • Propiciar un acercamiento entre el alumnado, profesorado y centros educativos con su entorno emprendedor.

El aprendizaje del alumnado, se produce hoy en un entorno muy dinámico y cambiante, que nos exige, tanto al profesorado como a la Administración, saber conjugar los aspectos estrictamente curriculares con aquellos otros que son imprescindibles, si bien no son obligatorios, para generar individuos más capaces y mejor adaptados a su entorno.

En este sentido, y alineado con la estrategia regional basada en la Economía Verde, pretendemos hacer explícitos algunos objetivos que contribuirán, más pronto que tarde, a generar personas más concienciadas con el espacio natural y social en el que viven. De forma concreta, y en relación al modelo de economía verde y economía circular, propondremos a todos los participantes (alumnado, profesorado, agentes  del territorio) reflexionar sobre el concepto de sostenibilidad ambiental, social y económica, a la hora tanto de diseñar los proyectos de emprendimiento, como a la hora de ejecutar las acciones del mismo en el territorio.

Igualmente, desde los programas de Cultura Emprendedora somos conscientes de las diferencias existentes entre hombres y mujeres, diferencias que valoramos muy positivamente cuando juegan papeles igualitarios. Sin embargo habitualmente esta diferencia se define en términos de desigualdad. Consideramos necesario visibilizar todos aquellos aspectos del currículum oculto relacionados con el género, es decir, todas aquellas normas no escritas, contenidos no recogidos en ninguna programación, valores no explicitados, que llevan sigilosamente hacia la desigualdad de género. Pero son más los aspectos a considerar: por ejemplo el equilibrio de las tareas y los roles además de en términos de capacidades, en términos de potencialidades, cuando de organizar la participación en grupos de trabajo se refiere; la utilización de un lenguaje inclusivo, no sexista; la adecuación de los contenidos curriculares y los materiales didácticos entre otros.

Los programas de Cultura Emprendedora os invitan a generar espacios de aprendizaje que reten los conocimientos de vuestro alumnado, donde se pueda trabajar el currículum en torno a grandes temas significativos para ellos y ellas, donde se estimule su autonomía y su iniciativa,  donde la evaluación se haga también a través de las actividades diarias; siendo vosotros y vosotras, como docentes, quienes lideréis el cambio educativo real.